Engaños y origen del cine: Parte I


El engaño, la mentira, la ilusión. A veces cruel y dolorosa,  otras placentera. El cine es quizá de las mentiras más placenteras. La historia del origen del cine comienza con un engaño de nuestro propio ojo conocido como “persistencia retiniana”: la capacidad que tenemos de guardar la última imagen que nos llega haciendo que un objeto sea percibido incluso cuando ya no esta allí.

En 1824 aprovechando la ilusión que genera nuestro propio ojo se inventó el primer juguete que utiliza la persistencia retiniana: el taumatropo.

Taumatropo

Como puede verse en la ilustración, el taumatropo consiste en un disco con dos imágenes diferentes en ambos lados. Estas imágenes se unen haciendo el disco girar con una cuerda y cambiar de cara rápidamente. El rápido giro produce la ilusión de que ambas imágenes están juntas.

Taumatropos

Ocho años después de la invención del taumatropo surgió el fenaquinoscopio: un disco que tiene algunas ranuras en su centro y una figura dibujada en varias posiciones que al girarlo y ver a través de una de esas ranuras frente a un espejo se crea la ilusión optica del movimiento. da como resultado esto:

Posteriormente surgió el zootropo que era un cilindro o tambor de madera con cortes a través de los cuales el espectador ve una cinta con dibujos que al girar el cilindro producen movimiento.

zootropo

Estos juguetes del siglo XIX son el inicio de una historia que continuará…

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